(Última parte)

La rutina diaria de estos personajes en Laguna de Términos, es más detallada y lo explica William Dampier en sus relatos, sin embargo, por cuestiones obvias, esta última entrega es para cerrar el tema que nos atañe: su presencia en Isla de Tris (Cd. del Carmen), Isla de la Carne (Península de Atasta) y por supuesto, en la Laguna de Términos.

La paz firmada en Utrecht, Holanda, puso fin a la guerra de sucesión española en abril de 1713. En ella hubo concesiones entre Francia e Inglaterra. España cedió Gibraltar a Inglaterra y Felipe V renunció al trono de Francia. Con este documento quedó fuera de toda la ley la presencia de los piratas. Por lo tanto, el rey de España gira ordenes terminantes de expulsar a los piratas que habitaban Laguna de términos.

Se utilizaron fuerzas conjuntas españolas de Tabasco, Veracruz y Campeche, mismas que se acercaron a la zona. Agustín de Toledo, quien fue enviado para explorar el terreno, informa a su regreso que en Tris solo había tres fragatas inglesas, una de 20 cañones, otra de 16 y otra de 10 y además dos bergantines sin artillería. Por ello, el 8 y 9 de diciembre de 1716 la flota española, asalta la isla y detiene a algunos ingleses, otros mueren. Pocos son los que logran huir. Los españoles se apoderan de sus embarcaciones, armas y de la valiosa mercancía que representaba el palo de tinte.

Siguiendo lo acordado el sargento Alonso Felipe de Andrade permanece en isla de Tris con su gente y establecen un destacamento militar, llamado Presidio. Levantaron las fortificaciones necesarias pues sabían que los piratas volverían en cualquier momento, dada la importancia que representaba esta zona para ellos.

Al siguiente año, en julio de 1717 aparecieron los piratas en el horizonte, anclaron con tres balandras y 335 hombres en la parte noroeste de la costa de Tris; mandaron recado a Andrade, urgiéndole se rindiera. Don Alonso replicó que tenía suficiente, armas, hombres y pólvora para defenderse.

Andrade y sus soldados logran repeler el ataque filibustero de manera terminante, sin embrago, en el encuentro muere el sargento mayor alonso Felipe de Andrade. Lo que ocurre después del 16 de julio de 1717 en isla de Tris y sus alrededores, ya lo conocemos.

Tipos de piratas: Los Corsarios.

Eran los hombres que adoptaban actos típicos de la piratería, pero por encargo de los reyes de sus respectivos países para atacar a los navíos de las naciones consideradas enemigas.  Esta contraprestación de servicios se hacía en virtud de una patente de corso, una especie de licencia que ofrecía, en caso de ser capturado, ciertas garantías de ser tratado como soldado del ejército contrario y no como un simple ladrón y asesino.

Los bucaneros

Se dice que este término procede de la palabra bucan, con la que los habitantes de la isla la Española (actual Haití y parte de Santo Domingo) denominaban una especie de parrilla de hierro que usaban para ahumar la carne (generalmente de res). Mas tarde, pasó a denominarse con este término a un grupo vario pinto al que fueron añadiéndose proscritos, fugitivos, rebeldes, desertores, indígenas y autóctonos que vivían en un estado de libertad salvaje.

Los filibusteros

Según algunos investigadores, este nombre deriva de otro término holandés que significa depredador. Sin embargo, hay otras teorías que aseguran que resulta del término ingles free booter, que se traduce como merodeadores del mar. Otras fuentes apuntan a que se trata de una posible derivación de los fly-boats, buques ligeros, muy veloces debido a lo afilado de su proa que los españoles denominaban filibotes, carecían de patente y actuaban por su cuenta.

Origen del barco pirata

Para los piratas, su barco suponía mucho mas que un mero medio de transporte: era su hogar durante una buena temporada de su vida; el sitio donde guardaba sus botines; el elemento aglutinador de la tripulación.

No era habitual que se construyesen barcos para destinarlos al oficio pirata, sino que normalmente se solían conseguir por la vía de robo o el amotinamiento. Una vez capturado el nuevo barco, el anterior era vendido o quemado. Tomado el control del nuevo buque, los piratas lo adaptaban a sus necesidades. Por ejemplo: Si el elegido era un barco mercante, se eliminaban las cabinas de cubiertas, y algunos mástiles. Se abrían nuevos agujeros para los cañones. Las naves piráticas más comunes, fueron:

Balandro: era una de las embarcaciones más rápidas debido a su gran velaje.

Bergantín: tenia una gran capacidad de almacenaje. Transportaba hasta 100 hombres y 10 cañones.

Goleta: nave rápida, con dos mástiles y poco calado, lo que le permitía ocultarse entre las rocas.

Galeón: era transformado para que pesara menos y alcanzara mas velocidad.

Carabela: era rápida y podía ser manejada por una tripulación pequeña.

 Como vemos preferían las naves con poco peso, rápidas y de fácil maniobrabilidad.

En conclusión

Estos bandoleros de mar fueron impulsores de la globalización del comercio; atacaron a las poblaciones de la costa y tierra adentro, incluido Campeche. Así mismo propiciaron desplazamientos de los pueblos mayas, propiciaron cambios en la cultura, sociedad, la política y la economía de la región.

Referencias:

 1).- Juan J. Bolívar A., Los piratas de la laguna, historia de la piratería en la isla del Carmen, campeche. 1983

2).- Arq. Luis Fernando Álvarez Aguilar, Popolhá del Acalán al presidio del Carmen, (Cultura y contracultura, 1250-1821).

3).- Carla nieto Martínez, Piratas. 2010.

4).- Dr. Daniel Cantarell Alejandro, 1993, Recopilación

5).- Alexander O. Exquemelin, Piratas de la América. 2012. Revista, Relatos e historias en México. Año V número

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